martes, 1 de diciembre de 2009

Sale el sol


Él se levanta sonriente, se mira al espejo, se lava la cara, deja sus dientes relucientes. Se quita ese piyama con olor a dormido y saca del ropero el traje de gala, cuidadosamente guardado al ladito del aromatizante de coco, ese que se usa en ocasiones especiales. Lo extiende sobre la cama, lo mira desde arriba, le sonríe y lo deja ahí, a la espera.

Ahora se ducha, sale con el pelo mojado, quiere verse fresco, lindo. Se viste, se perfuma, se mira otra vez al espejo, perfil derecho, perfil izquierdo, de frente. Se siente bien, está relajado y cómodo porque el traje que más le gusta es puro confort, cero acartonamiento.

No se olvida de los accesorios: los detalles son detalles pero siempre hay alguien que los sabe ver. Una pulserita de macramé por acá, un collar de semillas del norte por allá. Tiene perfil bajo pero hoy no, hoy quiere llamar la atención. Hoy sale el sol, miren cómo brilla.

1 comentario:

AYE dijo...

Haceme acordar que te muestre un tema que se llama Anais.

Aguante Martíííínnn! Hay que ir a verlo ao vivo.

Besos!