lunes, 17 de marzo de 2008

Mmmm


Caminando medio dormida un sábado a la mañana por Azara entre Quinquela y Rocha, de repente me despierta un intenso, intensísimo aroma a chocolate.
Exactamente a las 10.50 del sábado 15 de marzo una profunda ráfaga sabor cacao perfumó el aire industrial de esa zona fabril de Barracas. La suave brisa se metió en las casas de los vecinos y despertó con una sonrisa a los que todavía dormían. También se coló entre las fábricas y alegró a los trabajadores.
Dicen que a escasas diez cuadras, en la esquina de Herrera y Brandsen donde tenía su sede central la vieja fábrica Águila -ahora ocupada por Easy, un hipermercado para el hogar- aún sobrevive el espíritu de los maestros chocolateros y cuando sopla el Pampero arrastra los aromas hasta Azara y Quinquela.
Por suerte la antigua fachada de la chocolatería –que por alguna extraña razón Mr. Easy decidió conservar- no es lo único que nos quedó de Águila…